¿Con qué frecuencia se deben lavar las brochas de maquillaje?
Depende. Las que usas para extender tu base de maquillaje líquida —aunque sea una tan ligera como Infalible 32H Fresh Wear de L’Oréal Paris— o tu corrector, una vez a la semana; y las específicas para los polvos compactos de la misma gama o para unos de sol, cada 15 días. Para las de los ojos, con una vez al mes lo tendrías. Por cierto, ¿sabes que ahora puedes probarte todos estos productos en directo? Haz clic en los que te dejamos debajo, enciende tu cámara y comprueba si te hace falta alguno.
Además de lavar las brochas de maquillaje, ¿hay que desinfectarlas?
No todas, pero para los pinceles con los que pintas tus labios, te haces el eyeliner o maquillas tus cejas, es muy recomendable por aquello de evitar infecciones (herpes, conjuntivitis…). Empapa un disco reutilizable con un chorrito de alcohol del de toda la vida y pásalo suavemente hasta que no queden restos de color.
¿Se pueden limpiar las brochas de maquillaje en seco?
Efectivamente; pero nuestra recomendación es que siempre que tengas tiempo lo hagas de la manera tradicional con agua y jabón. ¿Que vas pilladísima? Pues entonces pulveriza un poco de producto específico sobre papel de cocina y frota con delicadeza tu brocha hasta dejarla completamente limpia. No te llevará ni un minuto.
PASO A PASO PARA LIMPIAR, SECAR Y GUARDAR TUS BROCHAS DE MAQUILLAJE
¡Por fin pasamos a la práctica! Toma nota porque todos suman y cuentan:
1. Coge tu brocha y moja el pelo en agua tibia/caliente. En sentido horizontal, importante.
2. A continuación, posa una pequeña cantidad de champú o jabón con pH neutro en la palma de tu mano y frota tu brocha contra ella, haciendo suaves movimientos circulares. Puedes ayudarte de los dedos también.
Ahora, aclara con agua —es decir, vuélvela a poner en horizontal— y repite la misma operación hasta que salga totalmente limpia.
3. Por último, elimina el exceso de agua con papel y déjala secar en horizontal sobre una superficie plana. Piensa que si se queda con el pelo hacia arriba la humedad podría filtrarse bajo el pegamento del mango y tu brocha terminaría estropeándose, la parte metálica oxidándose e incluso las cerdas pudiéndose. Un consejo: para evitar que se deforme al secarse, procura que las cerdas queden fuera de la superficie de apoyo. Te resultará muy fácil si la colocas en el borde o canto de una mesa, por ejemplo. También puedes colgarlas boca abajo.
4. A la hora de guardarlas, mejor en un estuche de maquillaje —es lo ideal— o en un lugar completamente seco. De hecho, no las guardes mientras estén húmedas y mucho mejor si se secan al aire.
Limpiar bien las brochas de maquillaje, y tomarlo como hábito, no solo es un seguro de vida para tu piel (evitar acné, irritaciones…) sino también para ellas. ¿Quieres que te duren mucho años? Pues ya sabes.

